Tras los muros de monasterios y conventos se han guardado durante siglos los secretos de algunas de las recetas más antiguas de nuestra repostería.

El peso de las órdenes monásticas en la conformación de nuestra forma de comer es muy significativo. Realmente, buena parte de la repostería que hoy consideramos tradicional, aunque no vinculada ya a los conventos, tiene seguramente su origen en ellos. Y es probable que otras tradiciones gastronómicas (en relación con el vino, el queso, pastelones y timbales, etc.) salieran originalmente también de esas cocinas.

Cada producto que elaboran las carmelitas descalzas tiene una receta especial que ha ido perfeccionándose a lo largo del tiempo. Sin embargo, todas sus recetas tienen una parte común, su gran secreto, que hace que sus Cremas, Dulces, Tortas, Mazapanes, Merengues, etc., sean algo muy especial.

Los mejores productos y en las mejores manos, os presentamos los monasterios que actualmente se dedican a la repostería:

Convento de San José (Dos Hermanas, Sevilla)
Convento de San José (Antequera, Málaga)
Convento de la Purísima Concepción (Úbeda, Jaén)
Convento de Ntra. Sra. del Monte Carmelo y San José (Linares, Jaén)

Trabaje el cuerpo, que es bien procuréis sustentaros. (Santa Teresa de Jesús: C. 8)