Hna. María Cristina de Jesús Sacramentado, Sierva de Dios (Sevilla, 1890 – San Fernando, 1980).
Mª Cristina de los Reyes Olivera nació el 7 de Julio de 1890, en el nº 5 de la sevillana calle Clavellinas. Allí vivían sus padres, José de los Reyes y Elisa Olivera. Su familia se trasladó muy pronto a Huelva; cuando Mª Cristina contaba tres o cuatro años. El 15 de marzo de 1902, Mª Cristina pierde a su madre. Ya no volvió a encontrar el calor del cariño de una madre.
Aquí empezó para la joven Cristina un duro y prolongado «calvario». Sus hermanos eran aún muy pequeños; carecían de lo más elemental para vivir. Se le partía el alma al ver que no tenían medios para atender a su padre, tan enfermo, y a sus hermanitos que necesitaban alimentarse para crecer y jugar como todos los niños. Ella se hizo cargo de la situación precaria de su familia, la aceptó con dolor y se puso a trabajar. A su padre, intentaba ayudarle, pidiendo y recogiendo cuanto le daban. A sus hermanitos los cuidó como si fueran sus hijos.
La muerte de su padre el 13 de septiembre de 1913 marcará una nueva etapa en su vida. Mª Cristina entra como criada en la fonda Ávalo de Huelva, y con el tiempo se hará cargo del servicio. Allí permanecerá unos ocho años, hasta su entrada en el Carmelo. Años muy ricos en gracias del Señor. Su vida de oración se fue haciendo más intensa. Cristina experimenta en sí algunas gracias místicas, a veces en público.
El 24 de enero de 1921 entra en el convento de la Sagrada Familia de Ogíjares (Granada). El día de la Asunción de la Virgen, 15 de agosto de 1921, Mª Cristina, llena de gozo, tomó el hábito, adoptando el nombre religioso de Mª Cristina de Jesús Sacramentado. Profesó el día 20 de agosto del año siguiente. Este día grande escribía: «Ya soy tu esposa, oh! Bien mío, ¿quién más feliz que yo?» El día 21 de agosto de 1925 hizo su profesión solemne.
Pronto la fama de su santidad, de sus visiones y milagros llegó a estas tierras granadinas, y con ella… la dolorosa prueba de la contradicción. Fueron muchos los dones extraordinarios que Dios le regaló. Éstos, le ocasionaron multitud de sufrimientos: desprecios, incomprensiones, persecuciones… también en su Comunidad, entre sus hermanas. En este tiempo, además, como en toda su vida, padeció innumerables enfermedades.
Dada la tensa situación que se había creado en la comunidad, se pensó una solución que resolviera el problema en bien de la paz conventual; era necesario salvar para la Orden la vocación de la Hermana Cristina; por entonces nace un nuevo Carmelo en San Fernando (Cádiz), enviarla allí como una de las hermanas fundadoras parecía una solución providencial; en él vivió sus últimos 34 años. Para sus hermanas de la Granja guardó Cristina el más grande aprecio y gratitud y el indeleble cariño de su corazón.
El 24 de Marzo de 1980, muy gastada su naturaleza por tantas enfermedades, con toda paz y lucidez, besando el crucifijo con fervor e implorando la ayuda de nuestra Madre la Virgen, entregó su alma al Señor. Desde el cielo sigue velando por todos como «madre oculta».
Causa de Canonización. La Comunidad de Carmelitas Descalzas de San Fernando, que durante muchos años se mantuvo en una discreta reserva, en el año 1996, vio oportuno el momento de unirse al insistente deseo manifestado por el pueblo de solicitar, primero al Capítulo Provincial de los Carmelitas Descalzos de Andalucía y luego al Definitorio General de la Orden, el permiso para introducir su causa de Canonización. Éste, reunido el día 5 de junio 1996, vista la petición, autorizó al Postulador General de la Orden para que se encargase de la causa de la Hna. Cristina.
El 30 de noviembre de 2008, recogida la documentación y la declaración de los testigos del proceso Diocesano sobre la “vida, virtudes y fama de santidad de la Sierva de Dios”, se celebró el acto Solemne de clausura en la Iglesia conventual de los PP Carmelitas descalzos de la ciudad presidido por el Sr. Obispo de la Diócesis D. Antonio Ceballos Atienza. Las cajas que contenían toda la documentación lacradas y selladas fueron enviadas a Roma a la Congregación para las Causas de los Santos. El 20 de febrero de 2009 se procedió en la citada Congregación a la “Apertura del Trasunto” con rescripto.