La historia de este Carmelo está estrechamente relacionada con la Mano de Santa Teresa, reliquia que trajeron las Carmelitas descalzas del convento de la Estrella en Portugal, tras ser expulsadas en 1910. Se guarda, con verdadero celo y amor, en el interior del camarín de la Iglesia.
Durante la Guerra Civil fue sustraída y trasladada a Málaga; allí fue encontrada por las tropas del bando Nacional y entregada al General Francisco Franco Bahamonde, que la conservó hasta su muerte en el Palacio del Pardo, en Madrid, sobre su propia mesilla de noche. En ocasiones especiales la llevó consigo. Muerto Franco en 1975, la Mano de Santa Teresa volvió a su “hogar” rondeño, para alegría de todos los que pueden acercarse hasta esta Iglesia de las descalzas.
La reliquia se venera durante el horario del torno, además de darse a besar los días 15 de cada mes, en la iglesia, al terminar la Misa.
Su horario de apertura es de 10 a 13 y de 17 a 19 horas.