Curso impartido por Mariola López. Del 9 al 12 de noviembre del 2018.

Casa de Espiritualidad Nuestra Señora de Loreto. Espartinas (Sevilla).

Después de haber compartido estos cuatro días con las hermanas que asistieron al encuentro y con Mariola, quien impartió el curso, solo me queda decir una  palabra: GRACIAS.

Ha sido verdaderamente un encuentro en el que hemos compartido vida. Hemos entrado en el castillo de nuestra alma acompañadas por mujeres de la Biblia que nos han precedido en el seguimiento del único Señor de nuestras vidas.

Mariola nos ha acercado a la experiencia profunda de algunos personajes de la Biblia que amaron a Dios y a su Hijo con un corazón amplio. Precisamente de esto se trataba el encuentro: de abrir el corazón porque «Dios nos quiere desplegadas».

Para mí han sido unos días preciosos en los que he podido experimentar cuán desplegada me quiere y me ama Dios. Los ejercicios de interiorización, las danzas de bendición y cercanía, la música de fondo, el rezo de las Horas, la oración con sus detalles pequeños llenos de grandeza, la vida de las hermanas, sus historias y momentos actuales, TODO ello ha sido un derroche de GRACIA del Espíritu Santo sobre cada una de nosotras.

Unas a otras nos hemos regalado PRESENCIA. En estos tiempos de tanta comunicación virtual, regalarnos presencia constituye un don valioso y grandioso. El contacto verdadero con quienes están a nuestro lado es un reto al que estamos llamados todos. Precisamente ha sido ese acercamiento tan estrecho el que nos ha enriquecido a unas y otras para vivir desde el centro, desde ÉL, desde su amor.

Estos días serán para mí el memorial del regreso a casa, la vuelta al aposento donde mora Dios, el resurgir de la gratuidad, la sencillez de volver a lo cotidiano y ver al Creador en cada instante.

Comparto con ustedes una frase, de las muchas que escuché, que dejó huella dentro de mí: «Lo que para mí es carencia para Dios es oportunidad». Desde esta premisa, nada es casualidad, nada se escapa a su mirada, nada es ajeno al plan que Dios tiene con cada ser.

Muchísimas gracias a todas las que hicieron posible este encuentro. El ambiente fue propicio y lleno de dulzura. Gracias a ti, Mariola, por mostrarnos la grandeza de ser mujeres, mujeres predecesoras de otras que han amado al Señor con todo su ser. Gracias por ser instrumento de la paz de Dios y por manifestarnos tu saber con profundidad y cariño.

Que el Señor colme nuestra existencia de la experiencia de su infinito amor!!!

Un abrazo para todas.

Samay Alina del Cordero Inmolado, OCD Badajoz.

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